Decenas de miles de espectadores asistían ayer en Ontinyent a una de las entradas de Moros y Cristianos más multitudinarias de los últimos años, con los asientos abarrotados a lo largo de todo el recorrido la Avenida Almaig, la Avenida Daniel Gil y la Plaza de la Concepción.
La capitanía cristiana de la comparsa Guzmanes abría una intensa tarde-noche festera con un boato, dedicado a la figura de un personaje histórico, Guzmán el Bueno, y su participación en el año 1309 en la batalla en la frontera con el reino musulmán de Granada. Los Astures, por su parte, ambientaban su embajada en la Hispania del año 737, rememorando la resistencia de las tribus celtas ante el asedio musulmán. La espectacular metáfora una tela de araña antes de la carroza del capitán Sergio Pla o la aparición de druidas y duendes precediendo al embajador Sergio Gil y el abanderado Rafael Penadés fueron algunos momentos que causaron admiración entre un público el que se encontraba la Consellera de Bienestar Social, Asunción Sánchez-Zaplana, quien agradeció la invitación de la Alcaldía a unas fiestas “en las que nunca había estado, llenas de color y creatividad”.
Tampoco se perdía el acto el Secretario General del PSPV-PSOE, Ximo Puig, quien ponía las fiestas de Ontinyent como ejemplo de que “con trabajo y dedicación se puede salir adelante e incluso mejorar pese a la crisis, una actitud que es reflejo de la del Alcalde Jorge Rodríguez, que está convirtiendo la ciudad en un modelo de gestión”, explicaba.
Otras de las personalidades presentes en la entrada, como el Diputado a Cortes Generales por EU Ricardo Sixto o el portavoz de Compromís en Les Corts, Enric Morera, también destacaban la “grandiosidad y espectacularidad” de las fiestas de Ontinyent.
El Alcalde de la ciudad, Jorge Rodríguez, mostraba su satisfacción “porque Ontinyent esté siendo este verano un punto de atracción para miles y miles de visitantes, primero con los conciertos de Alejandro Sanz y Melendi, y ahora con una grandiosa entrada de Moros y Cristianos, que ha agotado los asientos en todo el recorrido, y que está siendo seguida a través de la televisión e internet por miles de espectadores”, destacaba.
Tras la entrada cristiana llegaba el desfile del ejército moro, capitaneado por los Chanos, con un extenso boato en el que se recreaba la expansión del Islam y algunos aspectos de su cultura como la pasión por el caballo, con la capitana Tudi Guillem emulando a Khawla Bint, una histórica guerrera musulmana del siglo VII. La embajada de los Sauditas estuvo dedicada a “la luz Saudita”, en alusión a la luz del sol en el desierto y la luz de la luna, símbolo del mundo árabe. El boato destacó por la riqueza del vestuario y las espectaculares carrozas, coronadas por la que portaba a la embajadora Paula Vidal y la Abanderada Arantxa Vidal sobre una fastuosa cascada de agua.
Tras la entrada, las fiestas se retoman este sábado con la Diana, el Contrabando, y la Bajada del Cristo; el domingo con la Misa de Campaña, Diana de Gala, Misa Mayor y Procesión; y se cerrará la conocida como “Semana Grande” el lunes con las embajadas y el desfile final. Para complementar estas actividades, el Ayuntamiento ha organizado un Mercado Medieval en el casco histórico desde este sábado y hasta el lunes con cerca de 40 paradas y 30 sesiones de espectáculos, así como varias orquestas y actuaciones musicales durante las noches en los jardines de la Glorieta.